COMO CONSERVAR EL AMOR DE PAREJA

Ana ya no es feliz con él. Todo aquello que la enamoró parece que se ha esfumado como una cortina de humo. Se siente sola, descuidada…él ya no le envía mensajes desde el trabajo con ese “estoy pensando en ti” ni le da un beso cuando llega…se pregunta ¿Qué ha pasado con nuestro amor?, ¿Aún lo nuestro tiene solución?

Ana ha dejado de confiar en él y siente que ya no hay nada que los una. Ya no hay besos, ni caricias, ya apenas hablan, ni se cuentan sus cosas. Esas pequeñas cosas cotidianas que tanto los unían y que hacían que Ana se sintiera tan especial. La rutina, el tiempo y quizás el creer que ya está todo ganado, que todo está conquistado, está arruinando su relación con Pedro.


Pedro tampoco se siente feliz…cuando vuelve del trabajo se siente tan solo como ella; Pedro y Ana tienen horarios de trabajo distintos y muchas veces Pedro almuerza o cena sin la compañía de aquella sonrisa cómplice tan bonita que aún recuerda mientras se toma el
último bocado antes de irse a dormir. También solo…porque Ana tiene turno de noche.

Esta historia ficticia que os acabamos de relatar podría reflejar una de tantas historias de parejas que no están pasando el mejor momento de su relación. Pero en situaciones como ésta ¿Lo único que podemos decir es lo nuestro se acabó? ¿Aún hay alguna solución para nosotros?

 El amor es el mayor de los misterios y la mayor de las aventuras que cada uno de nosotros vive de una forma única y especial. En el amor no existen recetas ni fórmulas mágicas, ni para que surja ni para que se mantenga…pero quizás el amor sea como una pequeña plantita que debemos regar todos los días, o como esa llama que unas veces arde con fuerza y otras veces es débil y pequeña, pero que nunca debe apagarse.

Es cierto que las fórmulas mágicas para el amor no existen, pero quizás la inteligencia emocional aplicada al amor sí que pueda servirnos. Por eso, queremos presentaros un interesante artículo, publicado en “Psycology Today” por el psiquiatra y consultor Mark Goulston. Este escritor es además autor del libro: “Cómo conseguir y mantener el amor que te mereces”, en el que nos muestra 9 hábitos que caracterizan a las parejas felices. Quizás no sea magia, sino inteligencia emocional…

Esta es la interesante lista de los 9 hábitos que tienen las parejas felices según el Dr. Goulston:


1. Tienen intereses comunes. Hacer cosas juntos nos une. Y hacer cosas por separado puede ser adecuado para que nuestra pareja nos vea más interesantes ,Además, evita la dependencia hacia el otro .

2.-  Confían el uno en el otro y se perdonan. Guardar resentimiento y no perdonar enquista las relaciones. Después de una pelea, cuando las aguas se calman, hablar, perdonar y volver a confiar es lo mejor que podemos hacer con nuestra pareja.


3. Caminan juntos, uno al lado del otro o de la mano. El caminar juntos es una forma de sentir que tenéis un destino común, de sincronizar de vez en cuando vuestros pasos.

4. Se acuestan a la misma hora. Al comienzo de las relaciones, las parejas suelen acostarse a la misma hora, para intimar, son momentos de una pasión a resguardo de la erosión del timepo. Sin embargo, cuando las parejas llevan mucho tiempo juntas, cada una elige sus horarios… debe de ser la confianza; esto no hace otra cosa más que el deseo se apague, el contacto íntimo -físico o mental- en el dormitorio es importante.


5. Se dicen buenos días y te quiero al comenzar el día. ¿Qué mejor forma hay de empezar el día y hacer frente a la rutina y al estrés del trabajo y de las preocupaciones diarias?

EVITA LOS MALOS MOMENTOS EN EL AMOR

Tienes mala suerte en el amor o es que siempre repites el mismo patrón de forma inconsciente? Debes empezar a darte más valor y aprender a decir “no” cuando sea necesario

Muchas personas se quejan de tener mala suerte en el amor, sin embargo ¿es la mala suerte la que viene a nosotros, sin poder hacer nada por evitarlo, o la buscamos?

Personalmente, considero que, con respecto a las relaciones, la segunda opción es la correcta. Sobre todo cuando protestamos porque siempre nos encontramos con el mismo tipo de persona o porque no nos respetan o no nos quieren como a nosotros nos gustaría.

Ante esto tenemos mucho que decir acerca de esa supuesta mala suerte en el amor.

Repetir el mismo patrón de pareja

Cuando repetimos el mismo patrón de pareja no estamos teniendo mala suerte en el amor, sino que estamos ciegos para darnos cuenta de que no aprendemos de las relaciones y caemos siempre en los mismos errores.

Si siempre estamos con personas que nos agreden verbalmente, ¿por qué la relación dura tanto? Es cierto que, en un primer momento, en la fase de enamoramiento, la otra persona puede ser muy agradable y después cambiar.

Lo que ocurre es que, excusándonos bajo la palabra “amor”, soportamos esta situación con esta pareja, con la que viene y con la siguiente. No obstante, el resultado siempre es el mismo.

tendríamos que reflexionar acerca de determinados errores que son solo responsabilidad nuestra, pero de los que culpamos al otro sin ser realmente conscientes:

El amor que se mendiga no es amor

Esperar que cambie: Le doy una oportunidad, dos o tres si hace falta. El amor que siento por esa persona es tan grande (o eso creo) que espero que cambie su actitud. Pero, ¡sorpresa! No cambia.

Expectativas demasiado altas: quiero que sea mi pareja perfecta, la única de mi vida, mi media naranja y, por eso, lucharé y soportaré lo que haga falta, porque tiene que ser perfecta para mí.

La primera vez no me afecta tanto: la primera vez que me grita no me afecta, pero a la décima quizás ya esté harta. Mejor no dejar pasar ni una. De lo contrario, lo que permitimos se convertirá en costumbre.

La  mala suerte en el amor también puede hacerse presente cuando no elegimos de forma consciente a nuestras parejas. Esto significa en muchas ocasiones que, simplemente, no elegimos.

La primera persona que se fija en nosotros, ya está. Ni siquiera nos planteamos rechazarle porque ¡qué buen gesto ha tenido fijándose en nosotros!

Esto denota una falta de autoestima muy grande. Tenemos que saber decir “no”. Tenemos que saber si queremos tener una relación con la persona que está delante de nosotros.

¿Crees que es imposible que puedas gustarle a quien te gusta? ¿Esperas primero a que alguien se fije en ti para tú fijarte en esa persona?

Si esto es así, no es mala suerte en el amor, lo que tienes es una baja autoestima que es necesario mimar, cuidar y prestarle mucha atención.


La mala suerte en el   amor puede venir por otros derroteros y es que no nos damos tiempo para encontrar a alguien con quien queramos estar. Como consecuencia, tampoco nos damos tiempo para estar solos.

Esto deriva en una obsesión por tener pareja y una preocupación que se ve alimentada por el entorno y la sociedad en general.

Tener pareja es sinónimo de felicidad. Tener pareja significa formar una familia y ser feliz. Si tan importante es, ¿por qué hay tantas parejas infelices? Porque no actúan conscientemente.

No tienes ninguna obligación de tener pareja. No importa la edad que tengas. Abandona las creencias de “se me va a pasar el arroz”, “ya no tengo edad para casarme” y todas esas tonterías que no hacen más que daño.

Tener mala suerte en el amor trae muchos quebraderos de cabeza, porque estamos tropezando una y otra vez con la misma piedra.

UN AMOR DE VERANO

Verano. Posiblemente, 'la mejor época del año para el amor'. El calor, el tiempo libre, la mayor predisposición a salir todo ello propicia que conozcamos a nuevas personas o que veamos en los conocidos una chispa que antes no habíamos advertido. Definitivamente, si las bicicletas son para el verano, enamorarse en vacaciones también lo es.


Por lo general, "solemos enamorarnos cuando emocionalmente estamos más positivos y en vacaciones suelen darse varias circunstancias que nos llevan a estarlo: tiempo libre, relax, el clima, las salidas nocturnas... incluso nuestra forma de vestir y el color de nuestra piel nos ayuda a estar más seguros de nosotros mismos y, por lo tanto, más propensos a sentir que nos ven atractivos", afirma Gracia Molines, psicóloga ¿Y la intensidad? ¿A qué se debe?


Paula Rueda, psicóloga de medicina  quien apunta, sobre todo, al enamoramiento 'fugaz'. "Se nos presenta por la unión de muchos factores, en los que la libertad juega un papel fundamental. Sentirnos libres de estrés y de las preocupaciones del día a día, unido a la apertura mental con la que conocemos a nuevas personas, sin juicios ni pretensiones, es un factor que nos puede llevar a sentir de forma intensa esa nueva y excitante relación”, explica Rueda

. mismo, al pensar en el aquí y el ahora hace que disfrutamos mucho más. Aunque, del mismo, modo esa futilidad los hace más desgarradores. Para Gracia Molines una de las características que también los vuelve tan apasionantes es "que suelen acabar en el mejor momento de la relación, por lo tanto, son amores libres, pasionales porque se sufre al adelantar que podemos echar de menos a la persona, la inseguridad, la incertidumbre, etc.".


Algunas veces, de hecho, no volvemos a ver más a la persona amada. Es también este carácter excepcional, no rutinario y limitado en el tiempo, según Paula Rueda, lo que convierte al amor de verano convierte en algo espectacular e irrepetible. Lo que cabe preguntarnos, si no dura más allá de las vacaciones, ¿es real o es un ideal?

Para la psicóloga de Siquia "los sentimientos y las emociones que


vivimos son muy reales y profundos. En ocasiones el 'enganche' dura hasta el verano siguiente. Pero no hay que olvidar que tendemos, en cierta manera, a idealizarlos y, con el tiempo, más.

Amores de verano que duran          

En ocasiones, se da la magnífica coincidencia de que ese amor de verano es el 'amor para toda la vida'. O, al menos, ese es nuestro deseo. Para lograrlo, lo más importante es la voluntad de que salga bien, que ambas partes quieran continuar y adaptarse a la vida en común en invierno, incluso en ocasiones, a distancia.

COMO CONQUISTAR A UNA CHICA VALIENTEMENTE .

 

Si te has enamorado de una chica y quieres ser correspondido, sigue estos consejos prácticos de como enamorar a una chica, te sorprenderán.

¿Por qué te gustan tanto las personas más atractivas? Hay algo que hacen que nos da ganas de pasar más tiempo con ellas y querer tener relaciones de pareja.

Si es una amiga de la que te has enamorado, tienes más posibilidades de alcanzar el éxito.

Hoy te vamos a enseñar unos pequeños trucos psicológicos para que puedas conseguirlo.

El atractivo psicológico

Lo primero que debemos tener en cuenta si le gustamos a esa chica de la que nos hemos enamorado.

Si eres una persona tímida y reservada, deberás de hacer un esfuerzo mayor, para conseguir resultados.

Lo segundo que debemos tener en cuenta es que vamos a tratar de enamorar a una chica potenciando nuestro atractivo psicológico, porque es un tipo de atracción que supera en mucho al atractivo físico.

También tienes que cuidarlo un poquito, pero, para que alguien se enamore de ti, no necesitas un cuerpo o una cara perfectos. Lo que enamora de verdad son una serie de rasgos que en psicología se denominan atractivo emocional.

El atractivo psicológico es el atractivo más profundo y duradero que existe. El corazón de la psicología del atractivo es hacer que la otra persona asocie contigo una gran variedad de sensaciones agradables.

Se positivo y muéstrate alegre

Cuando estamos felices, enfadados, tristes o experimentamos cualquier otra emoción. La irradiamos a nuestro alrededor, de tal manera que quien está cerca de nosotros se va a sentir inclinado a experimentar esa emoción también.

En muchas ocasiones empezar con una conversación amistosa es suficiente para caer bien a la gente.

Seguramente hayas notado lo contagioso que es alguien que está súper alegre y emocionado, es como que nos arrastra con su entusiasmo a sentir lo mismo. Esto también sucede cuando alguien está muy triste y depresivo. O cuando alguien se pone a gritar lleno de rabia.

El contagio emocional es tan potente, que se ha comprobado que funciona incluso en las redes sociales, cuando no tenemos a la otra persona delante. La explicación de que ocurra esto se encuentra en las famosas neuronas espejo, que son aquellas neuronas de nuestro cerebro que nos permiten entender qué les pasa a las otras personas, es decir, que nos hacen ser empáticos, de forma que nos ayudan a sentir las mismas emociones de otras personas.

Por tanto, si quieres que alguien sienta amor por tí, debes transmitirle alegría, confianza, buen humor y felicidad.


Haz que note que te gusta

 importante para tí saber si eso que sientes es verdadero amor o algo pasajero, cuando se está enamorado es más fácil cumplir los objetivos.

Una vez que hayas pasado la fase anterior y hayas conseguido ser más atractivo a los ojos de esa chica que te gusta, el siguiente paso es dejar que se note sutilmente que estás interesado en ella.

Curiosamente, llegados a este punto, si nota que te gusta, tienes más posibilidades de que tú le gustes a ella. Existe un curioso fenómeno psicológico que consiste en que, si creemos que le gustamos a alguien, esa persona nos gustará más.

Imagina que estamos hablando y te digo: “¿Sabes una cosa? Me gusta como eres. No, en serio, de verdad que no lo digo por decir. Es que cada vez que hablamos veo tu forma de ser, con tus valores… Demuestras que no eres alguien del montón. Vamos, que me pareces alguien muy interesante. ¡Por eso me caes genial! En fin, que me gustas”. Imagínate de verdad que alguien te dice eso.

Como mínimo te resultaría halagador y esa persona que te lo dice te resultaría más agradable y simpático. Lo único que ha hecho ha sido decirte que le gustas.No hace falta que se lo digas de una manera tan directa. Lo importante es que, cuando estés con esa persona, te relajes y simplemente te centres en hacer que se sienta bien.


Si además llega a intuir que quizás le gustes, entonces se sentirá halagada y hará que tú le gustes un poquito más. Una de las maneras más sutiles y potentes de transmitirle lo que sientes es a través de tus ojos. ¿Cómo te sientes cuando estás hablando con alguien que apenas te mira, que consulta el teléfono todo el tiempo y te evita con la mirada? Seguro que no te sienta muy bien.

Obviamente no hace falta caer en el extremo opuesto y mirarle fijamente como si fueras un psicópata. La idea es establecer una conexión emocional a través de vuestras miradas.

Cuando estéis hablando, debes tratar de mirarla a los ojos la mayor parte del tiempo. Si esto te pone nervioso y no puedes mirarla directamente a los ojos, el truco está en mirar a su entrecejo.

La otra persona no suele notar la diferencia y es una buena fase de transición para que te vayas acostumbrando a mirarla a los ojos, con el tiempo cogerás confianza y lograrás un contacto visual más directo porque habrás entendido que no pasa nada por hacerlo.


Cuando ya no te suponga ningún problema mirarla a los ojos, debes hacerlo con bastante frecuencia, pero tienes que ser natural. Si además quieres llevarlo un paso más allá para lograr una conexión mucho más personal, no te centres sólo en sus ojos y ve cambiando tu mirada de un ojo a otro y a su boca.

Notarás cuando es el momento de besar a esa persona de la que estás interesado.

Otros consejos adicionales para enamorarla

    Presta siempre atención a todo lo que te dice. A todos nos gusta sentirnos escuchados, nos hace sentir más importantes y queridos.

    Elogia sus logros: del mismo modo que nos gusta ser escuchados, también nos gusta que reconozcan nuestros méritos.

TERMINA UNA RELACION SENTIMENTAL .

La forma en la que comunicamos a nuestra pareja que ya no queremos continuar la relación y lo que le decimos pueden ayudar a amortiguar el dolor sufrido por esa pérdida sentimental y hacerla más llevadera

Circula por internet la siguiente frase: «Donde ya se intentó todo solo queda dar las gracias», y vendría a resumir lo que vas a leer a continuación. Porque no todas las rupturas terminan por rutina y aburrimiento, infidelidad o terceras personas, sino que a veces, muchas veces, tal como dice la canción de Rocío Jurado, «se rompió el amor de tanto usarlo»; el amor se acaba y no hay más explicación.


Cuando una relación de pareja se termina, el nivel de sufrimiento que se siente depende en gran parte de cuatro factores: cuánto tiempo duró la relación, quién tomó la decisión de dejarlo, cuál fue el motivo de la ruptura y cómo se puso punto y final a esa relación. Eso sí, la manera de comunicar la decisión es primordial para conocer el futuro del trato... «La forma en la que comunicamos a nuestra pareja que ya no queremos continuar la relación y lo que le decimos pueden ayudar a amortiguar el dolor sufrido por esa pérdida sentimental y hacerla más llevadera», dice Lidia Alvarado, psicóloga experta en relaciones de pareja.

No solo importa lo que decimos en ese momento, sino también cómo lo hacemos, y por eso es absolutamente recomendable terminar una relación de pareja desde la gratitud y no desde el rencor o el resentimiento, aunque a veces resulte complicado: «Muchas personas pensarán que eso es imposible cuando las razones por las que se rompe tienen que ver con conductas del otro, como infidelidad, indiferencia o mal carácter, entre otras muchas, y probablemente por orgullo te morirás de ganas de decirle todo lo que ha hecho mal antes de marcharte. Pero cuando se termina una relación debes preguntarte, ¿para qué quiero sacar los trapos sucios? ¿qué voy a ganar yo con ello?», aconseja la psicóloga.

Por tanto, se recomienda tener una última conversación con la que fue nuestra pareja y que todo lo que se diga sea desde la gratitud y no desde el rencor. El objetivo no debe ser herir al otro aprovechando ese momento para hacer una larga lista de reivindicaciones o quejarse por errores del pasado, sino que hay que enfocar la conversación en uno mismo, hablando en primera persona de las razones por las que tomas esa decisión.

Decir «adiós» desde la gratitud

Poner fin a una relación de pareja desde la gratitud tiene beneficios tanto para hacer más soportable la ruptura como para recuperarse antes, y las parejas que han terminado de buenas formas lo corroboran. Ahora bien, ¿cómo se hace esto de terminar una relación desde la gratitud?


Tal como expone Lidia Alvarado, para poder conseguirlo es imprescindible que te olvides de la necesidad de «quedar por encima» del otro y que el orgullo desaparezca. «Debes poner el foco en los buenos recuerdos porque, aunque después las cosas se torcieran, fue la persona que elegiste en un momento de tu vida como tu pareja, y si te centras en ellos sentirás emociones positivas que te ayudarán a romper con esa relación desde el agradecimiento y no desde el rencor».

Además, procura convertir todo lo bueno que viviste en la relación en gratitud para minimizar el «mal trago» de la ruptura, y esto es mucho más simple de lo que parece: «Tan solo tienes que dar las gracias a esa persona por todos los buenos momentos que habéis compartido y por todo lo que te ha enseñado. Seguro que, si te pones a pensar, serás capaz de escribir una larga lista con todo lo bueno que te aportó esa relación, tanto en aprendizajes como en experiencias», manifiesta la experta en relaciones de amor.