TERMINA UNA RELACION SENTIMENTAL .

La forma en la que comunicamos a nuestra pareja que ya no queremos continuar la relación y lo que le decimos pueden ayudar a amortiguar el dolor sufrido por esa pérdida sentimental y hacerla más llevadera

Circula por internet la siguiente frase: «Donde ya se intentó todo solo queda dar las gracias», y vendría a resumir lo que vas a leer a continuación. Porque no todas las rupturas terminan por rutina y aburrimiento, infidelidad o terceras personas, sino que a veces, muchas veces, tal como dice la canción de Rocío Jurado, «se rompió el amor de tanto usarlo»; el amor se acaba y no hay más explicación.


Cuando una relación de pareja se termina, el nivel de sufrimiento que se siente depende en gran parte de cuatro factores: cuánto tiempo duró la relación, quién tomó la decisión de dejarlo, cuál fue el motivo de la ruptura y cómo se puso punto y final a esa relación. Eso sí, la manera de comunicar la decisión es primordial para conocer el futuro del trato... «La forma en la que comunicamos a nuestra pareja que ya no queremos continuar la relación y lo que le decimos pueden ayudar a amortiguar el dolor sufrido por esa pérdida sentimental y hacerla más llevadera», dice Lidia Alvarado, psicóloga experta en relaciones de pareja.

No solo importa lo que decimos en ese momento, sino también cómo lo hacemos, y por eso es absolutamente recomendable terminar una relación de pareja desde la gratitud y no desde el rencor o el resentimiento, aunque a veces resulte complicado: «Muchas personas pensarán que eso es imposible cuando las razones por las que se rompe tienen que ver con conductas del otro, como infidelidad, indiferencia o mal carácter, entre otras muchas, y probablemente por orgullo te morirás de ganas de decirle todo lo que ha hecho mal antes de marcharte. Pero cuando se termina una relación debes preguntarte, ¿para qué quiero sacar los trapos sucios? ¿qué voy a ganar yo con ello?», aconseja la psicóloga.

Por tanto, se recomienda tener una última conversación con la que fue nuestra pareja y que todo lo que se diga sea desde la gratitud y no desde el rencor. El objetivo no debe ser herir al otro aprovechando ese momento para hacer una larga lista de reivindicaciones o quejarse por errores del pasado, sino que hay que enfocar la conversación en uno mismo, hablando en primera persona de las razones por las que tomas esa decisión.

Decir «adiós» desde la gratitud

Poner fin a una relación de pareja desde la gratitud tiene beneficios tanto para hacer más soportable la ruptura como para recuperarse antes, y las parejas que han terminado de buenas formas lo corroboran. Ahora bien, ¿cómo se hace esto de terminar una relación desde la gratitud?


Tal como expone Lidia Alvarado, para poder conseguirlo es imprescindible que te olvides de la necesidad de «quedar por encima» del otro y que el orgullo desaparezca. «Debes poner el foco en los buenos recuerdos porque, aunque después las cosas se torcieran, fue la persona que elegiste en un momento de tu vida como tu pareja, y si te centras en ellos sentirás emociones positivas que te ayudarán a romper con esa relación desde el agradecimiento y no desde el rencor».

Además, procura convertir todo lo bueno que viviste en la relación en gratitud para minimizar el «mal trago» de la ruptura, y esto es mucho más simple de lo que parece: «Tan solo tienes que dar las gracias a esa persona por todos los buenos momentos que habéis compartido y por todo lo que te ha enseñado. Seguro que, si te pones a pensar, serás capaz de escribir una larga lista con todo lo bueno que te aportó esa relación, tanto en aprendizajes como en experiencias», manifiesta la experta en relaciones de amor.

Aprender a separar el resultado de la relación del amor que sentías por tu pareja es también un punto clave porque aunque hayas sido tú quien ha tomado la decisión de romper por diferentes motivos, y uno de ellos sea que ya no sientes lo mismo, «no debes olvidar que en algún momento del pasado sí sentiste amor hacia esa persona».


cortesia ABC B.