EVITA LOS MALOS MOMENTOS EN EL AMOR

Tienes mala suerte en el amor o es que siempre repites el mismo patrón de forma inconsciente? Debes empezar a darte más valor y aprender a decir “no” cuando sea necesario

Muchas personas se quejan de tener mala suerte en el amor, sin embargo ¿es la mala suerte la que viene a nosotros, sin poder hacer nada por evitarlo, o la buscamos?

Personalmente, considero que, con respecto a las relaciones, la segunda opción es la correcta. Sobre todo cuando protestamos porque siempre nos encontramos con el mismo tipo de persona o porque no nos respetan o no nos quieren como a nosotros nos gustaría.

Ante esto tenemos mucho que decir acerca de esa supuesta mala suerte en el amor.

Repetir el mismo patrón de pareja

Cuando repetimos el mismo patrón de pareja no estamos teniendo mala suerte en el amor, sino que estamos ciegos para darnos cuenta de que no aprendemos de las relaciones y caemos siempre en los mismos errores.

Si siempre estamos con personas que nos agreden verbalmente, ¿por qué la relación dura tanto? Es cierto que, en un primer momento, en la fase de enamoramiento, la otra persona puede ser muy agradable y después cambiar.

Lo que ocurre es que, excusándonos bajo la palabra “amor”, soportamos esta situación con esta pareja, con la que viene y con la siguiente. No obstante, el resultado siempre es el mismo.

tendríamos que reflexionar acerca de determinados errores que son solo responsabilidad nuestra, pero de los que culpamos al otro sin ser realmente conscientes:

El amor que se mendiga no es amor

Esperar que cambie: Le doy una oportunidad, dos o tres si hace falta. El amor que siento por esa persona es tan grande (o eso creo) que espero que cambie su actitud. Pero, ¡sorpresa! No cambia.

Expectativas demasiado altas: quiero que sea mi pareja perfecta, la única de mi vida, mi media naranja y, por eso, lucharé y soportaré lo que haga falta, porque tiene que ser perfecta para mí.

La primera vez no me afecta tanto: la primera vez que me grita no me afecta, pero a la décima quizás ya esté harta. Mejor no dejar pasar ni una. De lo contrario, lo que permitimos se convertirá en costumbre.

La  mala suerte en el amor también puede hacerse presente cuando no elegimos de forma consciente a nuestras parejas. Esto significa en muchas ocasiones que, simplemente, no elegimos.

La primera persona que se fija en nosotros, ya está. Ni siquiera nos planteamos rechazarle porque ¡qué buen gesto ha tenido fijándose en nosotros!

Esto denota una falta de autoestima muy grande. Tenemos que saber decir “no”. Tenemos que saber si queremos tener una relación con la persona que está delante de nosotros.

¿Crees que es imposible que puedas gustarle a quien te gusta? ¿Esperas primero a que alguien se fije en ti para tú fijarte en esa persona?

Si esto es así, no es mala suerte en el amor, lo que tienes es una baja autoestima que es necesario mimar, cuidar y prestarle mucha atención.


La mala suerte en el   amor puede venir por otros derroteros y es que no nos damos tiempo para encontrar a alguien con quien queramos estar. Como consecuencia, tampoco nos damos tiempo para estar solos.

Esto deriva en una obsesión por tener pareja y una preocupación que se ve alimentada por el entorno y la sociedad en general.

Tener pareja es sinónimo de felicidad. Tener pareja significa formar una familia y ser feliz. Si tan importante es, ¿por qué hay tantas parejas infelices? Porque no actúan conscientemente.

No tienes ninguna obligación de tener pareja. No importa la edad que tengas. Abandona las creencias de “se me va a pasar el arroz”, “ya no tengo edad para casarme” y todas esas tonterías que no hacen más que daño.

Tener mala suerte en el amor trae muchos quebraderos de cabeza, porque estamos tropezando una y otra vez con la misma piedra.

No nos obsesionemos con tener pareja. Dejemos de repetir el mismo patrón de relación por cegarnos en la fase de enamoramiento y permitir cosas que transgreden nuestros límites. Elijamos de manera consciente.

Finalmente, con estos consejos, dejaremos de tener mala suerte en el amor

cortesia M.C.S.