DE AMOR TAMBIÉN SE MUERE.

El amor es uno de los sentimientos más fuertes que existen. Los lazos afectivos que pueden establecerse con la persona amada pueden incluso cambiar todos aquellos principios que habíamos creído firmes durante toda nuestra vida o llevarnos a hacer cosas que jamás imaginamos. Pero, ¿qué pasa si esa persona a la que hemos entregado nuestro corazón nos deja o fallece? ¿Qué ocurre si nos sentimos morir de amor?
Conocemos muchas historias sobre parejas que mueren con pocos días de diferencia. En su mayoría suelen ser personas mayores y se suele asociar esta muerte con un sentimiento de amor poderoso.
Aunque en otros casos también se cree que la fuerte dependencia del uno por el otro les hace sumirse en un estado de depresión, en el que dejar de comer y cuidarse provoca el terrible final.
«La perfección del amor es morir por amor».
-Denis de Rougemont-.
Sin embargo, ¿se puede morir de
amor? ¿Puede ser esto una realidad o hay alguna posibilidad de que exista una explicación científica para ello? Hoy daremos respuesta a todas estas preguntas…

Morir de amor, ¿es viable?

Seguro que alguna vez has podido escuchar algún caso en el que una persona muere y al poco tiempo muere su esposo o esposa. Y es que muchas personas nunca logran superar la muerte del ser amado y esto parece ser la causa de una muerte repentina.



tumba de enamorados

¿Puede el propio dolor de la pérdida hacer enfermar al cuerpo? ¿Puede morir una persona por el simple hecho de decidir que ya no quiere vivir? En definitiva, ¿Realmente se puede morir de amor?
En principio resulta complicado hallar una respuesta científica, ya que no existen medidores del sistema inmunológico. Algunos expertos han intentado arrojar un poco de luz sobre el tema buscando la relación entre la aflicción por la pérdida del ser amado y si estos cambios pueden reflejarse en el propio cuerpo.
«Lo único que me duele de morir, es que no sea de amor».
-Gabriel García Márquez-.
De hecho, muchos sostienen que la tristeza parece tener cierta relación con algunas enfermedades y que si a esto le sumamos la mala alimentación y la falta de sueño, esto puede acabar pasando factura a la salud.

Estudios realizados nos hablan sobre la realidad de morir de amor

Por otro lado, un estudio publicado en la revista Epidemiology hecho a 58.000 parejas desde el año 1991 ha revelado que alrededor de un 40% de mujeres y un 26% de hombres mueren antes de haber pasado tres años de la muerte del ser amado.
Con lo cual parece plausible afirmar que el perder a la pareja puede tener un impacto directo sobre la esperanza de vida. Muchos de los encuestados afirmaban que se sentían como si realmente les hubieran quitado una parte de su cuerpo o como si los hubieran partido por la mitad.
En cualquier caso, el doctor Freddie Negron, especialista en medicina paliativa del Instituto Miami Vitas, defiende la teoría mente/cuerpo/luto. Esto quiere decir que las causas por las que una pareja podría morir tras el fallecimiento del ser amado podrían estar en una latente enfermedad cardíaca que se agrava con la depresión.
Por lo que, la mayoría de las personas que mueren por un ataque al corazón, ya habrían presentado propensión a ello. La ansiedad, la depresión y al tristeza son los que finalmente acaban sacando a relucir el problema.



depresión

«El amor es como don Quijote: cuando recobra el juicio es para morir».
-Jacinto Benavente
No obstante, aún no existen evidencias científicas claras de que se pueda morir de amor, y hasta el momento todo parece relacionado con los malos hábitos de vida que se siguen después de la muerte del ser amado, o con el empeoramiento de una enfermedad ya existente causado por la tristeza y la ansiedad que generan la pérdida del ser amado.
Con lo cual, la clave de todo parece estar más en cómo se sobrelleva el duelo, que en el propio dolor de la pérdida. Pero habrá que esperar y ver qué dicen futuros estudios para darle una repuesta más rotunda a esta pregunta.