¿ NO PUEDES ENCONTRAR PAREJA ?

Qué es la dificultad para encontrar pareja?

Muchas personas experimentan una gran dificultad para encontrar pareja. El ser humano es un animal social por naturaleza, tenemos la necesidad innata de estar acompañados por otras personas y establecer vínculos sociales y afectivos. Esto se aplica también al ámbito emocional, lo que nos hace tener la necesidad de querer y ser queridos. Así, aunque no todas las personas tienen las mismas necesidades afectivas, por lo general tendemos a buscar cariño.

Tener pareja es además una opción que va más allá de las necesidades puramente afectivas. Se trata hasta cierto punto de una convención social, y en ocasiones incluso de una solución instrumental; en este sentido, no son raras las parejas que se forman por mera conveniencia, exista o no amor entre ellos. Muchas veces estas relaciones se basan en el miedo a la soledad, la conveniencia económica, o cualquier otro motivo.


Así, aunque existen excepciones, la mayor parte de las personas siente la necesidad de establecer una relación sentimental de pareja. Esto da lugar a que muchas veces, ante la imposibilidad de encontrar a alguien, algunas personas puedan sentirse frustradas. Puesto que este es un ámbito emocional tan íntimo, esta situación puede dar lugar a un gran malestar; la incapacidad para encontrar pareja puede relacionarse, como causa o consecuencia, con problemas de autoestima, inseguridad, depresión, etc.

La dificultad para encontrar pareja es, por tanto, un problema que afecta a más gente de lo que se piensa. Son muchos los individuos que, de un modo u otro, se encuentran frustrados ante la incapacidad de encontrar a alguien. Sin embargo, muchas veces esta dificultad para encontrar pareja se debe a actitudes que, consciente o inconscientemente, desarrollan estas personas.


¿Por qué motivos puedo tener dificultad para encontrar pareja?

Paradójicamente, en un mundo cada vez más interconectado y en el que tenemos mayores facilidades para conocer y relacionarnos con todo tipo de gente, la dificultad para encontrar pareja es un problema más y más común. La cuestión, por tanto, no estriba en el número de personas con el que nos relacionamos; se trata más bien de cómo desarrollamos esas relaciones, de qué tipo de actitudes adoptamos en nuestras interacciones sociales.

Lógicamente, un problema tan complejo como es la dificultad para encontrar pareja no tiene una única causa. Son muchos los factores que pueden dar lugar a esta situación, aunque cabría agruparlos en dos grandes categorías. En primer lugar, podríamos identificar los problemas conductuales, esto es, relacionados con cómo nos comportamos; por otro lado, hablaríamos de una segunda categoría, la de los problemas emocionales, referentes a cómo nos sentimos.


Problemas conductuales

·         No dedicar tiempo: encontrar pareja, como todo en la vida, establecer una relación requiere de tiempo y esfuerzo. Es fácil decir que se tiene dificultad para encontrar pareja, si no se le dedica un mínimo de empeño. Salir a conocer gente, o frecuentar ambientes donde entablar amistad con personas solteras, aunque parezca obvio, es un primer paso; desde luego, lo que está claro es que no se encuentra pareja si nos quedamos encerrados en nuestra habitación.

·         Falta de habilidades sociales: como, por ejemplo, la timidez o una mala capacidad comunicativa. Una parte importante de la seducción pasa por mostrar al mundo nuestra mejor faceta; así, aquellas personas que se retraen o que evitan el contacto con los demás, tienen una mayor dificultad para encontrar pareja.



·         Tener una actitud intolerante o inflexible: esto es un problema más frecuente de lo que comúnmente se cree. Algunas personas no tienen dificultad para seducir, pero son incapaces de aceptar a sus potenciales parejas tal y como son. Así, nadie desea estar con una pareja rígida que le diga qué tiene que hacer o cómo tiene que actuar.

·         Tener una actitud desconfiada: ya sea por la propia personalidad o bien por experiencias anteriores. Iniciar una relación implica siempre descubrir cómo es una persona, y podemos acertar con nuestras suposiciones o no. Sea como sea, se trata de un riesgo ineludible; si piensas que todo saldrá mal o que te van a engañar, posiblemente nunca puedas estar en pareja.

·         Tener creencias erróneas sobre qué es el amor: a veces, simplemente tenemos expectativas poco realistas. Ni es lógico esperar que tu pareja sea perfecta, ni se puede vivir en un estado de enamoramiento continuo. Las relaciones sentimentales, como cualquier interacción humana, implican también decepción y sufrimiento, y hay que ser suficientemente maduro como para aceptarlo.

Problemas emocionales

·         Baja autoestima: muchas veces, la dificultad para encontrar pareja surge de que ni siquiera nos sentimos merecedores de ella. Es difícil encontrar a alguien que te quiera si antes no te quieres tú. De hecho, muchas veces las personas con baja autoestima buscan como pareja a individuos que no las valoran; de este modo, se ve reforzada su autoimagen personal.

·         Miedos e inseguridades: pueden ser de todo tipo. Miedo al fracaso, al engaño, al sufrimiento, al compromiso o a madurar y asumir responsabilidades, por ejemplo. Sea como sea, estos pensamientos tan solo refuerzan la necesidad de aislarse de otras personas, por temor a ser heridos. Iniciar una relación es entrar en terreno desconocido, por lo que es imprescindible superar estos miedos.

·         Creencias limitantes: otras veces, las barreas nos las ponemos nosotros con nuestros propios esquemas mentales. Creer que somos demasiado mayores para encontrar pareja, sentirnos físicamente poco atractivos, o pensar que aburrimos a la gente, son solo algunas de las creencias que muchas veces nos autoimponemos sin darnos cuenta.


·         Amor egoísta: en ocasiones, el deseo de tener pareja está movido únicamente por una necesidad de satisfacción personal. Algunas personas intentan con su pareja rellenar otros vacíos de su vida, como la soledad o la sexualidad. Sin embargo, este no es un amor sincero, movido por el afecto desinteresado hacia el otro. Estos individuos suelen tener relaciones cortas y ser abandonados.

·         Poca tolerancia ante la frustración: se da en aquellas personas que no soportan que las cosas no salgan como desean. Esto puede suceder como consecuencia de un desengaño amoroso, motivo por el cual dejan de buscar pareja; o bien como consecuencia de la pareja no actúe como ellos desean, en cuyo caso la abandonan. Sea como sea, estos individuos suelen tener importantes dificultades para encontrar pareja.

¿Cómo saber si la dificultad para encontrar pareja está convirtiéndose en un problema?

Todas las personas están sin pareja en un momento u otro de su vida; a lo largo de los años, pasamos por distintas etapas, a veces solos y a veces acompañados. Estar sin pareja es por tanto normal y, para mucha gente, incluso deseado. El problema se da cuando esta circunstancia nos hace sentir mal, sufrir o bajar nuestra autoestima.

Evidentemente, la necesidad de no estar solo es más acuciante en algunas etapas que en otras; en la juventud o en la edad adulta, por ejemplo, tener pareja casi parece que sea una exigencia social. En la adolescencia o ya en la vejez, sin embargo, estar soltero parece algo mucho más habitual. No obstante, el factor verdaderamente crítico es la necesidad que cada persona sienta de establecer una relación sentimental.

En este sentido, hablaríamos de que la dificultad para encontrar pareja se puede convertir en un problema cuando se manifiestan una serie de síntomas o conductas negativas, como por ejemplo:


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Depresión: es un problema frecuente de las personas que desean tener una relación y no lo consiguen. Esto afecta muchas veces a su estado anímico, generando tristeza y malestar. Cuando esta situación se prolonga durante mucho tiempo, puede dar lugar a auténticos estados depresivos.

·         Inseguridad: también es una de las consecuencias frecuentes de la dificultad para encontrar pareja. Esta situación puede dar lugar a una pérdida de confianza en las propias capacidades, generando una autoimagen distorsionada. Así, las personas en esta situación, frecuentemente se perciben como menos atractivas, interesantes o carismáticas.

·         Baja autoestima: está muy relacionada con el punto anterior, aunque reviste mayor gravedad. Mientras que la inseguridad implica dudar de uno mismo, la baja autoestima podría definirse como no quererse. Este problema no solo hace sufrir a quien lo padece, sino que agrava la dificultad para encontrar pareja.

¿Existen distintos tipos de dificultad para encontrar pareja?

Como hemos visto con anterioridad, la dificultad para encontrar pareja puede venir producida por múltiples causas. Sin embargo, existen sobre esto teorías interesantes. Un autor muy reconocido es el estadounidense Robert Dilts; se trata de uno de los mayores impulsores de la Programación Neuro Linguística. Aunque la PNL ha quedado acreditada como carente de base científica, algunos de sus postulados son interesantes.

Así, según Dilts, existen tres tipos de creencias limitantes que pueden condicionar a las personas en su búsqueda de pareja:


Creencias de desesperanza

Este tipo de creencia se asocia al convencimiento de que no es posible lograr una meta a la que aspiramos. Aquí el razonamiento sería que, aunque deseemos fervientemente encontrar pareja, esto no puede ser debido a factores externos; sería el caso, por ejemplo, de aquellos casos en los que pensamos que no queda gente atractiva soltera, ya que están todos “pillados”, o que “nadie quiere comprometerse en relaciones serias”.

La dificultad, por tanto, no está tanto en la falta de capacidades propias sino en elementos ajenos a uno mismo. Esto lleva a las personas que piensan así a desistir antes de tiempo. Así, desde su punto de vista, por mucho que se intente no se podrá conseguir pareja nunca; al fin y al cabo, esta dificultad que “no depende de mí” y, en consecuencia, no puede ser evitada.

Creencias de impotencia

Las creencias de impotencia difieren de las anteriores en que en este caso dependen de uno mismo. En este supuesto, existe una meta alcanzable pero que “yo no soy capaz de lograr”. Esto quiere decir que “no tengo la habilidad suficiente para conseguir mis metas”, o que “no soy lo suficientemente bueno”.

Esto está muy relacionado con la inseguridad, en tanto que el esquema mental es similar. Las personas con estas creencias piensan que no encuentran pareja por diversos motivos; ejemplo de esto sería creer que no se es suficientemente atractivo, que se está gordo, o se es demasiado mayor. Se produce así un circulo vicioso, pues estas personas parecen realmente más inseguras y resultan menos atrayentes para la gente.



Creencias de ausencia de mérito

Por último, estas creencias se relacionan con la baja autoestima, por lo que son muy comunes. En este caso, la limitación viene no por motivos externos ni propios, sino en sentirse merecedor de algo bueno. Así, la meta es alcanzable y se cree disponer de las habilidades necesarias para ello, pero se renuncia a alcanzar esa meta porque se piensa que “no me lo merezco”.

Aunque este tipo de creencias son muy comunes, resultan difíciles de detectar ya que no suelen manifestarse abiertamente. Quienes tienen estos pensamientos creen que no encontrarán a nadie, ya que no se merecen ser queridos. Se trata de gente que muchas veces piensa cosas como “soy un fraude” o “no merezco ser feliz”.

¿Cómo se puede mejorar la dificultad para encontrar pareja?

Muchas veces el hecho de no encontrar pareja tiene una fácil solución; para ello, puede bastar simplemente con entrenar y mejorar las habilidades sociales, aprendiendo a cómo relacionarnos con otras personas. El primer paso en este sentido es conocer a gente, a partir de lo cual hay que saber elegir apropiadamente. Una vez identificada la persona adecuada, tan solo hay que aprender a seducirla, atraerla y mantenerla.


Curiosamente, la dificultad para encontrar pareja en la mayor parte de los casos viene de las limitaciones propias; ya sea por falta de habilidades o por inseguridad personal, se trata de un problema que casi siempre puede solucionarse. Esa solución, además, no necesariamente implica la necesidad de encontrar pareja. De hecho, en ocasiones puede ser mejor permanecer sin una relación, pero aprendiendo a controlar nuestras emociones al respecto. Aquí, la clave sería que la ausencia de una pareja estable no nos haga ser infelices.


En el caso de desear encontrar pareja, puede ser conveniente buscar asesoramiento profesional por parte de un psicólogo con experiencia. Este nos ayudará a tomar consciencia de nuestras creencias, a mejorar nuestra estima y a trabajar en las habilidades personales. Poco a poco, podremos mejorar nuestra autoestima y eliminar muchas de las inseguridades que nos dificultan relacionarnos con los demás. Además, se relativizará el miedo al rechazo, que es uno de los elementos que más nos condicionan a la hora de buscar a alguien con quien establecer una relación sentimental.

cortesia P.YF C.P.