ESE AMOR; PUEDE SER PARA SIEMPRE .

Hoy en día, cada vez es más sencillo abandonar a la pareja, incluso en el caso de que se compartan hijos, y muchos optan por tomar el camino más fácil. Pero tanto la sabiduría popular como la psicología nos descubren de qué manera podemos mantener la llama viva durante muchos años, a partir de la experiencia de muchas parejas que han permanecido unidas hasta la muerte contra viento y marea. ¿Cuáles son esas herramientas que podemos utilizar para que nuestro ser más querido siga siéndolo hasta el final?


    Expresa gratitud

Nuestra pareja seguramente hace por nosotros mucho más de lo que pensamos, pero solemos fijarnos únicamente en aquello que no hace. Por eso, dar las gracias ante una buena comida (o haber tenido la iniciativa de fregar los platos) puede marcar la diferencia.

    Crea momentos especiales

Durante los primeros años, cada minuto pasado con la pareja parece una eternidad que será recordada para siempre. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo es cada vez más complicado que se graben en nuestra memoria a largo plazo los buenos momentos, mientras que sí rememoramos los malos. Es necesario hacer un viaje ilusionante de vez en cuando, o reservar un tiempo de calidad para los dos, con el objetivo de que los buenos momentos no sean únicamente un recuerdo del pasado lejano.


    Mantén ilusiones

Irse a vivir juntos, casarse, tener descendencia… La pareja va superando etapas hasta que hay un momento en el que parece que poco más se puede hacer. Por eso, fijar alguna meta en el futuro, aunque no sea tan relevante como las citadas, ayuda a la pareja a remar hacia un mismo objetivo de manera conjunta.

    Reíd juntos

Dada la importancia de compartir emociones, si todas las interacciones están marcadas por los reproches o las rencillas pasadas, la situación sólo puede empeorar. No hay nada mejor para darle un empujón por el buen camino a la relación que compartir risas sinceras.


    Discute, pero sin faltar al respeto

Como decíamos, mostrarse en desacuerdo con determinadas cuestiones que atañen a la pareja es natural, y ello puede dar lugar a discusiones más o menos enconadas. Sin embargo, estas nunca pueden cruzar la línea de la falta de respeto, puesto que una vez que se ha atravesado, ya no hay marcha atrás.

    Expresa lo que necesitas

Todos queremos ser amados, pero aparte de eso, necesitamos muchas cosas más. En ocasiones es difícil que la otra mitad de la pareja comprenda en todo momento nuestro estado de ánimo o lo que necesitamos (que puede comprender del apoyo moral en un momento difícil a un simple vaso de agua), por lo que expresar en voz alta cómo nos sentimos puede ser de gran ayuda para que nuestra pareja nos ayude.

    Sal de la rutina

No hay nada más dañino para una pareja que pasar décadas haciendo lo mismo todos los días. La novedad libera la oxitocina, la llamada “molécula del amor”, por lo que cambiar nuestras costumbres puede ser el camino más corto para recuperar la pasión perdida.


    No debemos ser destructivos

Todos los desencuentros con la pareja –que los habrá– deben tener como objetivo mejorar la convivencia y elevar la calidad de vida de ambos, no tirar por tierra lo que tanto ha costado construir. Por ello, aunque en momentos no podamos contener la rabia, debemos contar hasta 10 si no queremos que una palabra acabe con años de amor.


  • Llama a tu pareja durante el día

La vida contemporánea nos arrastra en su torbellino, pero muchos psicólogos recomiendan ponerse en contacto al menos una vez al día con la pareja para ver qué tal le va. La explicación, más allá de lo obvio (es otra manera de establecer una fuerte conexión) es que de esa manera sabemos qué podemos esperar de nuestra pareja cuando lleguemos a casa y estaremos preparados psicológicamente para ello.

  • Id a la cama al mismo tiempo

Cuando las parejas comienzan a distanciarse, cada uno de los miembros de la misma comienza a establecer sus propios horarios sin tener en cuenta los deseos del otro. Cada cual asiste a una fiesta distinta y pasa las Navidades con su familia, lo cual es hasta cierto punto normal, a no ser que la independencia sea tan grande que comencemos a recorrer caminos completamente opuestos. Por ello, algo tan sencillo como acostarse a la vez, lo que favorece charlar de manera calmada sobre qué tal ha ido el día, puede ayudar a la pareja a reencontrarse. O, quién sabe, quizá a algo más.


cortesia I.P.F.E.