SUPERA LA TRISTEZA DEL AMOR

Algunos de los mejores y peores momentos de nuestra vida nos los da el amor.

Nos sentimos volar ligeros cuando estamos enamorados, pero sentimos un hondo pesar cuando ese amor no es correspondido, se pierde, o la persona a la que amamos nos daña.

Si quieres saber qué hacer cuando estás triste por amor, toma nota porque hoy comparto algunos de los pasos que pueden ayudarte en situaciones de bajón por amor:

En primer lugar, INVESTIGA SOBRE TU TRISTEZA.

Recuerda que sólo vas a remover y analizar una emoción, pero es algo temporal, después tendrás que aceptarla y dejarla ir.


Para ello:

Acepta que estás triste y comprende tu tristeza, ¿qué es lo que entristece de tu situación?

Para ello puedes desahogarte hablándolo con un amigo, o puedes escribir tus sentimientos en una libreta para poder analizarlos y expulsarlos fuera.

Cuando los tengas cara a cara, te será más fácil comprender por qué están ahí, qué te están aportando y enseñando.

Fíjate en cómo reacciona tu cuerpo a la tristeza.

Generalmente tus hombros se quedan bajos, tu mirada lánguida y perdida…

Estudia tu cuerpo y tu interior, de este modo podrás averiguar qué aspectos son los que puedes modificar para cambiar tu emoción una vez que hayas aprendido de ella.


No tengas miedo a llorar si lo necesitas.

Es una buena forma de templar los nervios, eso sí, no te acomodes en tu llanto, sólo una forma de sacar el dolor.

Pon la alarma de tu móvil si hace falta y establece un tiempo para llorar, una vez suene, es momento de pasar al paso dos.

Relativiza tu situación.

Imagina que esto que te sucede le ocurriera a un amigo tuyo, ¿qué le dirías?, ¿qué consejo sería el más apropiado?

De este modo, tu cabeza comenzará a tener una visión más objetiva de lo que te está pasando.

En segundo lugar, ES HORA DE MOVER EL CEREBRO Y PONERTE EN MARCHA.

Ahora toca dejar atrás la llantina y ponerse en marcha.

Date una buena ducha.

Elige una ropa con la que te sientas bien y comienza a arreglarte, a ponerte guapo, a perfumarte…

Te va a venir muy bien tomar un poco el aire y dar un paseo.

Si puedes hacerlo con algún amigo, perfecto, siempre y cuando no volváis a remover la herida, al menos por este rato, si no, puedes salir tú solo a disfrutar de las calles que tienes cerca, tratando de encontrar en ellas algún detalle que antes no habías apreciado.

Hacer esto te ayudará a alejar el foco de atención de ti mismo y comenzar a ver la realidad desde una perspectiva más amplia.

Ten en cuenta que a veces nos sentimos tristes por mirar el la dirección equivocada, por centrarnos en hechos que ya han pasado o por un futuro incierto que desconocemos.

Permítete vivir el momento presente, este ratito de paz que estás creando al salir a pasear.


Trata de centrarte en el momento presente en el que estás, usa la técnica de Mindfullness y comienza a percibir la temperatura, la textura de tus ropas, el empedrado de las calles, la brisa en tu cara…

Socializa y charla con otras personas.

No importa si sólo preguntas dónde está una dirección, o comentas el tiempo que hace.

Hablar con otros te ayudará a sentirte más integrado socialmente, y te ayudará a calmarte.

Si además eres tú quien contribuye a ayudar a otra persona, mejor que mejor.

Esto te hará sentirte útil y te permitirá sentirte mejor contigo mismo.

Cambia tu postura y tu lenguaje no verbal.

Ahora que tienes el punto de referencia de cómo te sientes cuando estás triste, debes adoptar la postura contraria.

Esto es, estírate, yergue la cabeza, sube los hombres y échalos hacia atrás, aumenta un poquito tu velocidad al caminar y pisa con firmeza, saca tu sonrisa a pasear, aunque al principio sea un poco forzada, ocupa espacio al explicarte cuando hables…

En definitiva, haz que tu cuerpo comience a comportarse como una persona decidida y positiva.


Regresa a casa, y anota los mejores momentos de este paseo.

Escribe sobre cómo te has sentido, qué te hizo sentir bien, qué has sacado positivo de ello…

Cuando te acuestes a dormir, vuelve a echarle un vistazo a estos pensamientos positivos al tiempo que sonríes.

Aunque te parezca tonto, verás cómo tus sueños mejoran y mañana te despiertas un poquito mejor.

CORTESIA  A.M..H.