Sólo el amor
más poderoso es el que nunca se rinde, a pesar de los obstáculos
Dicen que
quien te ama de verdad, volverá a ti. Que debes dejarlo ir. Si nunca llega de
nuevo a tu vida, es porque realmente ese amor, no era tan fuerte. No era el
indicado. O simplemente no era amor.
Pero como
muchas cosas en esta vida, esto es más fácil de decir que de hacer. En la
práctica, la espera puede desesperarnos. Y la distancia nos puede hacer tan
bien como mal. No es fácil esperar aquella respuesta, pendiente de qué
sucederá. Pero es la verdad: si es amor de verdad, amor del bueno, esa persona volverá.
Hay veces
que el momento no es el indicado. Hay veces en las que las circunstancias les
juegan en contra. El cariño está ahí, la atracción es notoria. Pero por alguna
razón, sabes que no es hora de que estén juntos. Sea cual sea la razón, es algo
que sucede. No tienes que decir nada, no es un acuerdo siempre.
Simplemente
lo sientes en tu corazón y sabes que, no importa la distancia o los obstáculos,
debes volver a esa persona. Tienen que volver a estar físicamente,
emocionalmente, conectados. Sólo cuando es «ese» amor, ese grande, definitivo,
puede suceder esto.
Estén juntos
o no, físicamente se deben distanciar. Pero sabes que existe este amor, aquel
que donde vayas, no podrá resistir querer volver. Ni siquiera sientes tanta
angustia: es como si algo dentro de ti dijera «calma, está todo bien, si deben
estar juntos él volverá a ti
Puede sonar
demasiado romántico, demasiado arriesgado confiar en nuestro instinto en ese
sentido. Puede sonar a indecisión, pero depende de ti. De cómo tú lo sientas,
cómo lo vivas. Nadie más que aquellos que lo están viviendo pueden
comprenderlo. Puedes dimensionar esa fuerza casi magnética que los llama a
estar cerca.
Esto es una
gran característica. Este es un amor real, uno que irá a todas contigo.
Significa que puedes lidiar con el cambio. Que puedes aceptar los vaivenes del
otro. Que comprender que es parte de nuestra vida humana a veces tener que
cambiar, que movernos. Y que hacerlo no significa siempre traición.
Son pruebas
de paciencia, de perseverancia, de comprender que ni un capricho aguantaría
tanto. Es la máxima prueba de que eres capaz de amar: dejar ir, para luego
esperar que vuelva. Y confiar que así será.
CORTESIA V.R.