“Al final de su
proceso judicial seguramente serán condenados, a menos que sigan acaeciendo
despropósitos judiciales”.
JUAN CARLOS TAFUR
PERIODISTA
Ollanta
"La 'inclusión social' fue sustituida por la
inclusión en las páginas de sociales. Hicieron suyo el sueño de vivir como
clase media alta, sin derramar una gota de sudor laboral".
Juan Carlos Tafur
La abusiva prisión preventiva contra Ollanta Humala y
Nadine Heredia los va a beneficiar políticamente. A la postre, la opinión
pública va a considerarlos víctimas y les retribuirá endoses políticos que,
ciertamente, no merecen. Sin el beneficio de esta tropelía, difícilmente podrían
salir en buen pie de un severo juicio de la historia por la pasmosa mediocridad
e irresponsabilidad de su gobierno.
Humala logró llegar al poder representando a los peruanos
más pobres. Lo hizo con el mensaje equivocado y en esa medida es saludable que
haya traicionado sus propuestas, pero lo que resulta imperdonable es que, a la
par, haya soslayado la representación de los humildes, quienes merecían un
gobierno capaz de emprender ansiadas reformas en su beneficio.
El suyo fue un fiasco reformista, ya que no fue capaz de
movilizar algún músculo estatal para dar inicio a los cambios urgentes que el
país requiere para empezar a recorrer un camino sostenido hacia la modernidad.
La ruta está trazada: si alguien quiere efectivamente
poner en orden los enjuagues mercantilistas que les permiten a los poderosos
hacer de las suyas y obtener irregulares ganancias, pues deberá tener el
empaque de hacer reformas liberales –de mercado e institucionales– y pisar
todos los callos necesarios.
De eso, ni el segundo fujimorismo, ni Toledo, mucho menos
García (quien se dedicó a pichicatear grupos empresariales) y por supuesto
tampoco Humala. Lo grave en el caso del último es que supuestamente albergaba
un aire de cambios radicales dada su aparente consciencia de que el statu quo
debía ser modificado.
Salvo una relativa tecnocratización de los programas
sociales o una tímida puesta en escena de cambios educativos, lo suyo fue nulo
de nulidad. Ninguna ventisca para ampliar y profundizar el mercado y así
trastocar de pies a cabeza el orondo sistema mercantilista que nos gobierna por
décadas.
No basta para su redención que no haya recalado en el
chavismo que iluminó sus propuestas aurorales. Si al menos hubiera conservado
su aparente espíritu contestatario y lo hubiera llevado a la práctica, el suyo
tendría un mejor lugar en el sitial de los gobiernos del Perú.
NOTAS RELACIONADAS
Prisión preventiva a Ollanta Humala y Nadine Heredia: Análisis
de la resolución judicial
Encima, embarcó al país entero en una aventura de
megaproyectos megalomaníacos, teñidos no solo de corrupción, sino muy onerosos
y que pagarán varias generaciones de peruanos (Talara, gasoducto, etc.).
Desde un inicio, Humala y Nadine Heredia se sintieron
encantados de ser arrullados por los sectores sociales más interesados en que
nada cambie. La “inclusión social” fue sustituida por la inclusión en las
páginas de sociales. Hicieron suyo el sueño de vivir como clase media alta, sin
derramar una gota de sudor laboral (hay que recordar además que cuando se
apropiaron de dineros ilícitos aún decían mantener en alto las banderas de los
oprimidos del país).
Se enriquecieron patrimonialmente de modo irregular,
utilizando dineros de campaña en beneficio propio. Por ello, al final de su
proceso judicial seguramente serán condenados,
a menos que sigan acaeciendo
despropósitos judiciales como el que acaba de perpetrar el juez Concepción
Carhuancho, que sin duda servirá de argumento para la impunidad.
La del estribo: qué manía de algunos congresistas de
pergeñar proyectos absurdos. Ahora quieren crear un colegio de historiadores,
capaz de sancionar opiniones o de maniatar el libre ejercicio académico. Un
disparate por donde se le mire. Como toda pretensión corporativista, es
inaceptable.
cortesia J. C TAFUR