En el mundo de las relaciones interpersonales, especialmente en el de las parejas, hay momentos difíciles que nos toca vivir.
Uno de ellos es cuando vivimos un amor no correspondido o cuando
estamos en una relación y sabemos que ha llegado el momento de
despedirse porque lo hemos intentado todo y la cosa no funciona.
Estas
situaciones pueden crear un gran sufrimiento, y permanecer en ellas
puede llegar a ser devastador. Por ese motivo, aunque a nadie le gusta
despedirse de alguien a quien quiere, a veces es la mejor opción.
Cuando decir adiós es una oportunidad para crecer
Las
despedidas pueden ser muy duras, y más aún cuando sabemos que no
volveremos a ver a esa persona que tanto hemos querido, y somos
conscientes de que nada volverá a ser lo mismo y que, con el tiempo, la
conexión que alguna vez hubo desaparecerá.
Pero hay momentos en
los que decir adiós es una oportunidad para crecer, y también una
oportunidad para redirigir nuestra vida hacia el camino que deseamos,
porque cuando el amor no es correspondido, los obstáculos en el camino
pueden ser demasiado grandes como para seguir en esa ruta. En estos
casos, conviene ser inteligentes y tomar el camino correcto, aquel que
nos permita volver a ser nosotros mismos y que nos dirija hacia nuestro
bienestar.
Y es que dicho así puede sonar egoísta, pero peor es
aún permanecer en ese camino en el que la otra persona será egoísta con
nosotros en algún u otro momento, porque cuando no sentimos lo mismo y
la relación no es equitativa.
Cuando una relación comienza a ser tóxica, tenemos las de perder sí o sí.
La decisión de decir adiós puede ser dura, pero en este contexto es, sin lugar a dudas, la opción menos mala.
Aunque en el momento de la despedida parezca que el mundo se acaba, lo
cierto es que es una manera de cerrar una etapa y comenzar una nueva.
Una que nos va a permitir crecer, y de la que podremos aprovechar ese
dolor inicial para ser más de lo que somos y desarrollarnos como
personas.
Decir adiós pese a que aún haya amor
Aunque
tengamos claro que debemos decir adiós a esa persona que tanto queremos,
no siempre es fácil dar el paso. En las siguientes líneas te damos
algunos consejos para decir adiós aunque sigas queriendo.
1. Entiende la situación y no te precipites
Decir
adiós a una persona que queremos no debe ser fruto de un acto
impulsivo, sino que debe de meditarse y reflexionarse. Esto quiere decir
que la situación debe entenderse y verse de manera objetiva. Y cuando
está claro que permanecer en esa situación lo único que va a causar es
dolor, es mejor dejarlo ir. Ahora bien, siempre hay otras opciones antes
que esta. Por ejemplo, optar por el diálogo o acudir a terapia de
pareja si se desea salvar la relación. Sin embargo,
hay momentos en los que el adiós es inevitable, y entonces solamente queda despedirse.
2. Sé realista
Si
ya te has dado un plazo para que las cosas cambien y no ha sido así,
si has intentado hablar y la cosa no mejora, no te engañes: la gente no
cambia si no quiere cambiar, así que
permanecer en esa relación por más tiempo solo te perjudicará a ti.
3. Estate seguro de que realmente quieres hacerlo
El hecho de no precipitarse es para estar seguro realmente de que la decisión que vamos a tomar es la correcta.
Cuando lo tengas claro, y hayas valorado los pros y contras de tú decisión, entonces puedes seguir con tu vida.
4. Sé honesto
Llegados
al punto de decir adiós, es necesario ser honestos. Pero no solamente
con la otra persona, sino también con nosotros mismos.
Ir de cara es la mejor opción, aunque a mucha gente le cuesta hablar de sentimientos y exponer lo que realmente piensa.
5 Sé respetuoso
Si eres honesto, también debes ser respetuoso. Por eso, es posible decir las cosas claras sin un tono hiriente.
Ser asertivo es una gran virtud, y poder exponer tus puntos de vista
siempre irá en tu beneficio. Ahora bien, también debes ser respetuoso
con la otra persona, y si no quiere estar contigo, debes entender que es
algo que pasa y que debes aceptar.
6. Busca el momento adecuado
Siempre es bueno que busques el momento adecuado para hablar y, si es posible, que lo digas a la cara.
Ahora bien, si no es posible, intenta que el mensaje sea respetuoso y
exponga cómo te sientes. Puedes enviar un correo o un whatsapp si la
otra persona no puede quedar contigo.
7. Sé coherente
Está
claro que el mensaje para esa persona especial, si es sincero,
expresará tus más profundos sentimientos a pesar de decir adiós.
Pero debes recordar la situación que te ha llevado a despedirte, y
debes permanecer fiel a la idea de que se ha acabado. No te engañes,
pues si la persona no quiere estar contigo, no lo estará. Una vez te
hayas expresado, se coherente con lo que has dicho. Si es adiós, es
adiós.
8. Cierra la puerta
Seguramente vas a querer que la otra persona te jure amor eterno después del mensaje, pero esto raramente ocurre.
Si has meditado la decisión, has hecho lo correcto. No dejes la puerta
abierta con frases como “hasta pronto”, porque lo que pase en el futuro
ya se verá más adelante. Aunque la esperanza es lo último que se pierde,
no debes alimentarla. Para superar esta situación debes ceñirte a la
premisa del “todo o nada” o “contigo o sin ti”. Si en el futuro retomáis
la relación para ser buenos amigos, será porque así lo habéis querido y
es lo que sentís.
9. Comprende que el camino no será fácil
Suele ocurrir que, tras expresar tus sentimiento, sientas un cierto confort y sensación de
catarsis.
Sin embargo, dejar atrás a alguien que amas es una de las experiencias más duras que podemos sufrir.
El desamor es un proceso que no es lineal, sino que habrá días con
altibajos en los que querrás llorar y otros en los que querrás dar
rienda suelta a la ira. Es parte del proceso, así que entiéndelo y sigue
adelante con la decisión que has tomado.
10. No huyas de tus emociones y date tiempo
Si
sientes ganas de llorar, hazlo. Tómate un momento del día para echar a
esa persona de menos al principio, pero con el tiempo irás recuperando
la estabilidad y te engancharás de nuevo a la vida